Cuando hablamos de depresión no tiene necesariamente que ser una grave que requiera de médicos y medicamentos. Hay diferentes niveles de depresión, porque podemos deprimirnos por una frustración de que algo no nos salió bien y sentirnos mal durantes unos días o semanas
Me parece que lo primero que tenemos que comprender es que no somos perfectos y que a veces las cosas no salen cómo esperábamos y eso es lo ¡normal! Para aprender algo debemos de estar dispuestos a fracasar, porque eso es lo que nos permitirá precisamente aprender. Si no contamos con experiencias previas, no podemos aprender y esas experiencias significan la práctica que necesitamos para comprender las cosas. A veces lo aprendes más rápido, otras te cuesta más trabajo, pero si estás consciente de que eso es el proceso normal del aprendizaje en la vida, será mucho más rápido en todas las ocasiones porque un tropiezo no significará para ti una frustración, sino un paso más para aprender y mejorar tu autoestima.
Podemos deprimirnos porque algo nos salió mal en el trabajo, porque una persona cercana y querida nos dijo algo que nos hizo sentir mal, porque un proyecto que tenías planeado no resultó tan bueno como esperabas, porque tuviste un mal día, porque no te sientes independiente económicamente, porque esperas más de la vida de lo que tienes, porque lo que opinen los demás de ti te afecta.
Y en todos esos casos y muchos más, la solución la tienes en tu mano. Si las cosas salen mal, pregúntate qué puedes hacer para que la próxima vez salgan bien. Si alguien te dijo algo que te hizo sentir mal, acláralo con la persona y deséchalo para seguir adelante con tu vida. Si el proyectó no resultó lo que esperabas, la próxima vez planéalo mejor e investiga bien la situación antes de lanzarte. Si tuviste un mal día, relájate y busca actividades que te hagan sentir bien. Si sufres por independencia económica, haz algo al respecto!
¡Siempre tienes la solución en tu mano!
Lo que sí está claro es que no te sirve quejarte, lamentarte, sufrir ni estarlo comentando a los cuatro vientos. Eso no sirve más que para empeorar tu situación, porque cuantas más veces lo platiques, más refuerzas al cerebro para continuar con ese comportamiento deteriorando tu autoestima cada vez más. Dicen por ahí “no te preocupes, ocúpate”. Ocúpate de hacer algo al respecto y pasa ya a la siguiente etapa. Cuando ocupas a tu cerebro en cualquier actividad positiva, se te olvidan tus penas y automáticamente te empiezas a sentir mejor. El caso es motivarse buscando soluciones, desde el momento en que algo no salió bien.
Algunas estrategias que te ayudarán a elevar tu autoestima y a sentirte mejor contigo mismo:
- Seguramente tienes algo que has estado postergando como escribir o llamar a alguien, ordenar o limpiar algo, arreglar el jardín o atender tus cuentas. Ocúpate de ello y termínalo.
- Haz algo en lo que seas bueno como nadar, correr, bailar, cocinar, escalar, pintar, escribir. Algo que requiera de tu atención y enfoque total, esto te llevará al estado de fluir, donde olvidas todo lo demás. Te sentirás más competente, más capaz, con sentimiento de logro, todo lo cual son los mejores antídotos para la baja autoestima. Considera hacer esto una vez a la semana para que te sientas más feliz y saludable.
- Deja de pensar en ti mismo, sé que te suena raro, pero este insistir en darle vueltas a tu problema es lo que no te permite salir del hoyo. La baja autoestima siempre es el resultado de enfocarse en las cosas negativas que nos suceden en lugar de hacer algo al respecto. Dedica toda tu atención en alguna actividad que te haga sentir bien para dejar de pensar en ti y cuando ya te sientas bien, busca una solución.
- Tómate en serio el mantenerte relajado el mayor tiempo posible. Si te estás sintiendo deprimido, ansioso o con falta de confianza, lo primero es dejar de pensar en ello y relajarse. El ejercicio es una buena solución para sacar la energía atorada en el organismo para después soltar y relajarnos. También alguna actividad que te guste hacer y que no te presione para que te mantengas tranquilo. Aprender a relajarse es muy útil, practica la meditación, autohipnosis o alguna técnica de relajación como el Tai-Chi. Cuando estás apropiadamente relajado tu cerebro se comporta menos emocional y tu memoria funciona mejor.
- Recuerda todos los logros que has tenido en tu vida. Puede ser difícil al principio porque no estás acostumbrado a observar las cosas positivas que te suceden sino a enfocarte en las malas. Cambia ese comportamiento y busca los éxitos que has tenido en cualquier área de tu vida, aunque sean pequeños. Escribe una lista de tus logros que pueden ser desde cosas sencillas, cosas con las que te sentiste orgulloso y motivado al alcanzarlas. Repasar esta lista te hará sentirte mejor contigo mismo y recordarlas vívidamente te ayudará a ir elevando tu autoestima.
- Recuerda que puedes estar equivocado. Si te sientes mal contigo mismo, recuerda que la manera como te sientas afecta tus pensamientos, memoria y comportamientos. Cuando te sientes mal tiendes a recordar malos momentos, a ser pesimista con la situación con las personas, con la vida y sobre todo contigo mismo. Te puede ayudar preguntarte: ¿Y que tal si estoy equivocado con respecto a lo que estoy sintiendo porque lo interpreté mal? Es algo para meditarlo ¿No crees?
Practica estas recomendaciones para que logres que formen parte de tu comportamiento normal y ya no necesites de ellos concientemente, porque tu mente estará entrenada a buscar soluciones en lugar de lamentarse.
Considera en todo momento lo siguiente
Es importante que tengas presente que la calificación que te des a ti mismo, es la que estás proyectando a los demás y la que va a determinar la manera en que ellos se comporten o reaccionen contigo. Si te comportas como alguien que se siente en el 100% de sus habilidades y capacidades, recibirás un trato del 100%. Si te comportas como alguien que no merece tener éxito, eso es lo que recibirás.
Reconoce que todos llegamos a este mundo con un valor del 100%, somos nosotros mismos los que decidimos creer que valemos menos que eso.
No importa lo que otros piensen de ti sino lo que tú pienses de ti mismo. Si tú piensas que tu opinión es importante para los demás y tu comportamiento va de acuerdo a ello, entonces los demás valorarán tu opinión aunque no necesariamente estén de acuerdo, estará proyectando que tienes una autoestima alta y recibirás el trato de los demás con respecto a eso.
Cuando llevas a cabo algún proyecto o actividad pensando que eres una persona valiosa vas a dar lo mejor de ti mismo en el intento y eso proyectarás a tu equipo de trabajo, superiores o personas a tu alrededor.
Tienes que tomar en cuenta que tu autoestima no tiene nada que ver con la manera en que se desarrolle cierta actividad o lo que opinen de ti otras personas. Puedes hacer mal una cosa y sin embargo tu valor sigue siendo el mismo, reconoce que solamente requieres de práctica para hacerlo mejor cada vez y que el que te sientas bien contigo mismo no se debe de ver afectado con los fracasos que sufras en tus intentos de aprendizaje.
Es importante separar una cosa de la otra
Puedo ser una pésima ama de casa pero sigo siendo una persona valiosa y sé que puedo aprender a ser una mejor ama de casa con la práctica.
Puedo ser una mala secretaria, pero sigo siendo una persona valiosa y mi habilidad como secretaria la puedo ir mejorando con la práctica de cada día.
Pueden haberme corrido del trabajo por problemas de la empresa, pero yo sigo siendo una persona valiosa y puedo conseguir otro trabajo.
Puedes pensar que soy una mala persona, pero yo sé que soy valiosa y tu opinión no la puedo cambiar por lo que prefiero alejarme de ti.
Escribe esta frase en una tarjeta y llévala contigo para leerla continuamente:
“MI DESEMPEÑO NO TIENE NADA QUE VER CON MI VALOR”
Espero que te ayuden estos consejos y recuerda que estamos contigo para apoyarte a que logres cambios de comportamientos que te están impidiendo llegar a donde tú quieres. ¡Organízate para vivir mejor!
Maca
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Maca Hernandez
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México D: F.
